Es importante trabajar la imaginación del niño. Es cierto que los niños son muy creativos e imaginativos, pero las nuevas tecnologías independientemente de todos los avances que nos aportan, reducen nuestra capacidad de imaginar y en gran parte de crear.
Y volviendo al tema de los cuentacuentos y teniendo en cuenta nuestra labor como futuras educadoras debemos evitar contar cuentos que los niños ya tienen idealizados como por ejemplo los de las películas de Disney, puesto que una vez que has visto la imagen influye totalmente en su mente.
Así por medio de la palabra pone imágenes en nuestra mente, palabras que el niño no conoce o no ha oído nunca como cuentos asiáticos o de otras culturas por ejemplo.
Aquí os enlazo una página web http://ciudadseva.com/ en la que podeis hechar un vistazo y cojer libros y cuentos. Estos podemos encontrarlos en internet o con base a referencias de gente que ha trabajado sobre el tema.
Los cuentacuentos están de moda en la actualidad incluso para adultos aunque esto no tiene nada que ver con los cuentacuentos infantiles. Existen cursos de cuentacuentos de sala. Os enlazo la web de una sala en donde, según nos contó mi profesora Irune, se hacen cuentacuentos de sala. http://www.cuartapared.es/
Los cuentacuentos de adultos o cuentacuentos de sala son más bien actores que cuentan historias de memoria, ya creados o hechas por ti, es decir, hacen monólogos cuyo contenido es una historia de ficción, con gestos, con movimientos y entonaciones.
A todos nos gusta que nos cuenten cuentos, y aunque para hacer cuentacuentos de sala se debería realizar unos cursos de formación, para los cuentacuentos de infantil, no creo que sea muy necesario elaborarlos, puesto que no han de conocerse al pie de la letra y de memoria.
Cuando contamos cuentos a los más pequeños estamos mejorando su lenguaje oral y su comprensión oral. Estos son aspectos curriculares que nos interesan como profesionales.
Pero como en todo existen cuentacuentos infantiles malos, los cuales recitan de memoria, y cuentacuentos buenos. Para identificara a un buen cuentacuentos debemos tener en cuenta varios aspectos, aparte de recomendaciones de gente que sepa sobre el tema.
Cosas a tener en cuenta:
Tener claro el hilo argumental, tener clara la historia, conocer la historia. En la fotografía que os he puesto el hilo de la cuerda representaría la historia y las pinzas, los diferentes momentos importantes de la misma. Introducción a la historia, por ejemplo si contamos la historia de Blancanieves y los siete bandoleros, debemos contar qué es un bandolero, puesto que hay alguien que puede no saber qué son los bandoleros.
Recrear la historia según la respuesta de los espectadores. Debemos acomodarnos a las reacciones de los niños (si hay una parte que les gusta mucho , la alargamos por ejemplo) incluso interaccionando con ellos, pero no con preguntar retóricas sino con preguntas reales.
Si de ellos sale pregunta, exclamación,… dejamos que intervengan, puesto que dialogamos e interaccionamos con ellos y eso es muy bueno.
Si hay un niño que habla siempre, le hacemos saber reflexionar el porqué no siempre puede intervenir la misma persona.
Hacer un cuentacuentos para niños por ello es fácil, ya que es saberte la base de una historia, y recrearla con descripciones por ejemplo pero sin describir detalles para que la mente del niño también trabaje.
En un cuentacuentos hay que ser expresivo, aunque puedes ser expresivo estando sentado también, más cerca de los niños. Todo esto depende del cuento, lo que si hay que ser es expresivo con la voz y el cuento, no para que lo entiendan mejor, sino para que disfruten.
¿Se pueden cambiar las voces de los personajes? Si, pero al no ser que seamos actores o actrices es difícil que sepamos poner más de tres voces distintas, por lo que si aparecen más de este número de personajes lo hacemos muy lioso. Así deberíamos saber antes nuestras limitaciones, y si no llegamos es mejor que lo realicemos con nuestra voz, como si fuésemos como narrador. Esta diferenciación no tiene nada que ver para que les guste más o menos.
Por otro lado la mezcla de las dos técnicas (poner voces y narrador) no es del todo positivo, puesto que teniendo dos recursos diferentes puedes utilizarlos mejor por separado.
Si le vamos a contar un cuento un niño o a una clase debemos diferenciar entre leer y contar. Hay veces que decimos “vamos a leer un cuento”, y después se lo contamos, es decir, no leemos ningún libro. Por el contrario hay veces que decimos “vamos a contar un cuento”, y después se lo leemos.
Con ello le estamos dando significados falsos a los términos, les equivocamos. Los niños en el segundo ciclo van a aprender a leer y en un principio de estamos dando referencias falsas, generalizando errores.
La utilización de marionetas en un teatrillo sería una representación dramática, pero sí podemos utilizar una marioneta como narrador de la historia a la que podemos llamar la marioneta de aula. Los niños se meten en la magia de que es la marioneta la que cuenta el cuento.
Por otro lado la educadora puede vestirse de un personaje que viene siempre a contar los cuentos, y aunque saben que es su profesora, también se meten en la magia: podemos llamarlo por ejemplo el hada de los cuentos.
De las dos formas se crea un personaje para facilitar o crear magia a la hora del cuentacuentos, es una forma de desconectar o aislar el tiempo de contar el cuento, todo depende de cómo lo hagas, es otra forma más de contar un cuento.
Los niños están en una etapa animista y saben perfectamente que somos nosotros los que ponemos el habla a la marioneta o que nos disfrazamos.
Por otro lado podemos utilizar pequeños detalles significativos del cuento que vayamos a contar, y guardarlos todos en: el baúl mágico, con ello los niños esperan expectantes de ver qué cuento vamos a contar de acorde a lo que la profesora saca del baúl
Podemos también utilizar música para ayudarles a meterse en la historia u olores, por ejemplo incienso.
Un detallito puede servir para crear ese interés antes del cuento y mantenerlo durante toda la historia, pero no para ayudarles a entenderlo mejor, por ello no es imprescindible sino que creamos una magia entorno a la hora del cuento, pero si algún día no da tiempo no pasa nada.
DECLAMACIÓN : tipo de cuentacuentos.
La declamación es recitar un poema también se hace poniendo entonaciones moviéndose haciendo gestos. También es otro tipo de cuentacuentos pero en verso, así si es necesario sabértelo literalmente, con gestos, movimientos, pausas,…
Hay variaciones:
ü Narraciones a pelo.
ü Narraciones con personajes
ü Narraciones disfrazados.
ü Narraciones con nuestra o voz o con otra.
ü …
El cuentacuentos para concluir podemos decir tiene el objetivo de desarrollar la imaginación
En esta diapositiva que a continuación os pongo podemos ver cuestiones que se desarrollan y que se trabajan con cualquiera de las estrategias que hemos visto durante la hora del cuento.
2. NARRACIÓN CON LIBRO
Como su propio nombre indica implica que tengamos un libro y que contemos ese libro.
Este libro lo podemos contar enseñando los dibujos. Primero les introducimos el título, lo cual podemos hacerlo de diferentes formas, viendo lo que hay en la portada, haciendo parafernalia,…
Esto lo hemos podido ver en clase de literatura con un libro por ejemplo llamado: Adivina cuanto te quiero.(visto en el bloque de textos de autor)
La profesora nos contaba el cuento mientras que nos enseñaba las imágenes que aparecían en este. El cuento Adivina cuanto te quiero ayudó mucho a Irune, puesto que el tamaño (aula) de éste, facilitaba la visualización de las 50 personas que formamos la clase.
Con este ejemplo que he puesto podemos ver la importancia que tiene para la narración con libro, el tamaño de éste, puesto que debe ser lo suficientemente grande para que todos nuestro alumnos puedan verlo a la vez que lo contamos. Así todos los libros no valen para ello, o de otra manera si el libro es muy pequeños podemos hacerlo con grupos muy reducidos.
Si tenemos un libro tan pequeños que no nos ayuda a poderlo narrar en clase, pero que nos gusta tanto que queremos hacerlo para nuestros niños, podemos utilizar otros recursos como por ejemplo, la proyección de las imágenes, o otros recursos informáticos, haciéndoles saber después que el libro pequeño se encuentra en la biblioteca de aula por si lo quieren ver en tamaño real.
Los libros los vamos a narrar siempre remarcando las imágenes que aparecen, y haciendo con ello preguntas de interacción por ejemplo.
La narración con libro es la más típica del primer ciclo, puesto que los niños son más pequeños tienen menos vocabulario menos experiencia de la vida y las imágenes les ayudan a la comprensión. Esta temática trabaja también el razonamiento icónico que aparece entre los dos y cuatro años, uno de los grandes avances del niño cuando es pequeños puesto que consta de entender y aceptar que existen cosas que representan a la realidad pero que no lo son. Hay algunos bebés que no han entendido todavía por ejemplo una fotografía o que el dibujo de un pato representa un animal en la realidad.
Por ello es muy buena la narración con libro puesto que se muestra mucho la imagen y esto ayuda a la representación de la realidad además entretenerlo y que se lo pase bien. Es una estrategia de trabaja mucho las capacidades del niño, pero nuestro objetivo es el entretenimiento.
Esta técnica y la anterior son las más utilizadas para infantil.
3. LECTURA
Debemos reservarla más para el segundo ciclo de infantil, al no ser que sea un texto más cortito como por ejemplo Un bicho extraño, que al no sr que lo leas no tiene esa gracia.
Decimos que la lectura es más para que el segundo ciclo puesto que no existe esa interacción y puede ser más aburrido, así el niño debe tener más atención.
Cuando hablamos de lectura estamos hablando de darles a los niños de segundo ciclo modelos lectores adultos. Si les estamos introduciéndolos en la lectoescritura, le tendremos que dar en algún momento modelos de lectura, para que vean como se lee.
Para leer hace falta un texto, este puede ser con ilustraciones o no. Si es un texto que esté bien y que se ajusta a la psicología infantil, lo cual diremos que se considera correcto leeremos el texto literalmente, pero si estamos leyendo directamente y el libro que leemos tiene ilustraciones podemos hacerlo de dos maneras: o leerlo y después enseñar la ilustración, lo cual puede cortar la lectura, o bien decirle a los niños que se esperen a que leas y después les enseñas las ilustraciones, lo cual primero trabajas el razonamiento y después el pensamiento icónico, además de tener el modelo de lectura. Si utilizamos este último modelo, trabajaremos un aspecto super importante: la paciencia. En estas edades los niños no tienen casi paciencia para esperar a que termine el libro y poder ver las imágenes. Las dos primeras veces se impacientarás pero más adelante se aguantan e imaginan lo que les lees.
Si son pequeños como el ejemplo que hemos puesto del bicho extraño, y no son capaces de esperar a ver las imágenes al final del cuento, podemos utilizar otros recursos que tengamos a nuestra disposición como el proyector o por ejemplo escanear las imágenes y escribirles el texto por atrás, de tal modo que estemos leyendo a la vez que se las enseñamos.
Pero no es necesario el ver las imágenes para comprender, sino para ilustrar.
¿Cómo debe ser la lectura?
La lectura debe ser expresiva pero no exagerada, puesto que con la exageración no lo van a entender mejor. Expresividad no quiere decir cambiar la entonación, puesto que si le estamos dando un modelo de lectura no debemos hacerlo diferente a como hablamos o leemos el periódico por ejemplo.
En la lectura no se deben cambiar las voces de los personajes, puesto que es un modelo de lectura y cuando éstos cuando empiecen a leer no ponen voces a los personajes.
No debemos introducir cosa nuestras propias, debemos reducirnos a leer lo que pone.
Estas tres son las estrategias que hemos visto para la transmisión literaria. Tú eliges como quieres contar el libro, con cualquiera de las tres estrategias pero sin mezclarlas puesto que disminuyes los recursos que tienes.
Antes de leer o contar el libro podemos hacer una ambientación, como ya hemos dicho anteriormente creando expectación, hablando de los personajes, disfrazándonos,…
Cuando acabamos de contar o leer el cuento no debemos hacer preguntas de comprensión, puesto que leemos o contamos cuentos a los niños por gusto no por formación, y si lo hacemos no estarán pendientes del cuento sino de los que vamos a preguntarles.
Por otro lado la primera vez que les leemos un cuento, no se enteran de todo, sino que se quedan con la idea general, y les quedan detalles por asegurar, es un proceso interno, así te piden una y otra vez que se lo repitas.
Al acabar puedes hacer preguntas totalmente subjetivas y aceptando cualquier respuesta del niño.
De este bloque me quedo con una frase final y preciosa que recume lo que es para nosotras las educadoras y para ellos la hora del cuento:
“ EL CONTAR UN CUENTO ES UN REGALO, ES GRATUITO”